Estaba revisando el Anti-manual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos de Ludovico Silva y encontré una cita donde afirma que fue Engels (con la mejor intención) quién, al sistematizar a Marx, inició el proceso de hacer de su pensamiento una ideología. Otro biógrafo y estudioso de Marx, Maximillien Rubel, sigue un razonamiento similar en su ponencia La leyenda de Marx o “Engels el fundador”
‘Narodniki’, comúnmente traducido como «populista», es el nombre que se daba a una corriente de pensamiento socialista rusa, que veía al campesino ruso y su liberación como la clave para iniciar una transformación mundial, donde Rusia tendría un papel redentor. Milenaristas y mesiánicos, integrados principalmente elementos de clase media (la llamada ‘inteligentsia’), los narodniki fueron minoritarios en su tiempo, pero fueron una gran influencia en el movimiento social ruso.
La organización ‘narodniki’ más emblemática fue Narodnaya Volya, el primer «partido» socialista ruso. Esta organización, clandestina y conspirativa, llevó acabo varios atentados y ejecuciones de burócratas y nobles rusos. Siendo su punto culminante la ejecución de Alejandro II.
El grupo se denominó Narodnaya Volia (Voluntad del Pueblo). Después de minuciosa preparación, el mismo llevó a cabo su proyecto: el 1 de marzo de 1881, el Zar Alejandro II fue muerto en San Petersburgo, en una de sus salidas. Dos bombas le arrojaron los terroristas. La primera destruyó al carroza imperial, la segunda le arrancó ambas piernas al emperador, quien enseguida murió.
El acto no fue comprendido por las masas. Los campesinos apenas leían revistas, ni cosa alguna. Ignorantes, al margen de toda propaganda, estaban fascinados desde hacía más de un siglo por la idea de que el Zar quería su bien, pero que únicamente la nobleza se oponía por todos los medios a sus buenas intenciones. Ellos veían otra prueba de aquel sentimiento en la resistencia que la nobleza oponía a su liberación y también en la obligación de pagar pesados censos por sus lotes de terreno, obligación que atribuían a las intrigas de aquélla. Los campesinos la acusaron entonces de haber asesinado al Zar para vengarse de la abolición de la esclavitud y con esperanzas de restaurarla.
Como juego, ejercicio de dibujo y homenaje realicé esta ilustración ‘chibi’ en Inkscape, a la que le dí textura en GIMP. Como siempre, pueden descargar el vector libre de derechos de OpenClipArt. Una gran fuente de inspiración para esto fue el estilo gráfico de @uriuriy.
Como ‘pilón’, aquí les dejo el vínculo a una película gringa de 1905 que se solidarizaba con una mujer terrorista, del movimiento nihilista ruso (antecesor de los narodniki)
Ilustración a partir de una frase de la Introducción a la Crítica de la Economía Política de 1857 de Karl Marx. Introducción no añadida a El Capital, es la primera parte de los Grundrisse; o borradores de El Capital.
En ese texto, Marx expone como el consumo, la producción y la distribución están mutuamente determinadas, aunque es la producción la que acaba siendo preponderante. Me parece que es una diea clave, sobre todo ante la postura de que el socialismo sería más o menos lo mismo que el capitalismo, pero con la «distribución» general de la «plusvalía» entre la sociedad. Y no, a mi Marx me habla de una posibilidad radicalmente distinta de distribución y consumo, y que aquellas cosas que son necesarias en la sociedad capitalista actual, como los celulares, sean sustituidas por objetos radicalmente distintos, que respondan a las necesidades humanas y no a las necesidades de mercado (obsolescencia programada) ni de control político (como el rastreo o espionaje estatal vía celulares).
Dos citas que tomé de la Carta Abierta al Camarada Lenin, la respuesta de Herman Gorter al folleto de Lenin «El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo». La «Carta abierta…» es un gran documento histórico, a pesar de que insiste en algunas ideas bastante debatibles, específicamente, el caracter «asiático» o «atrasado» de Rusia como una barrera infranqueable para llegar al comunismo. Sin embargo, a pesar de ese sesgo occidentalista, la «Carta abierta…» es una gran crítica a Lenin y a todo lo que sería la Tercera Internacional.