Campaña en solidaridad con Elías y Casey

Primer panel del tríptico en solidaridad con Casey Goonan y Elías Rodríguez.
Segundo panel del tríptico en solidaridad con Casey Goonan y Elías Rodríguez.
Tercer
 panel del tríptico en solidaridad con Casey Goonan y Elías Rodríguez.

Hice este tríptico difundiendo el llamado de solidaridad con los presos politicos Elias Rodriguez y Casey Goonan. Lo realicé en Inkscape, las fuentes que usé fueron Molot y Trueno.

Estoy muy conmovido por las acciones de ambos camaradas. En un mundo de hipocresía y acciones a medias, ellos se atrevieron, sabiendo el precio que podían pagar. Lo que me deja no solo admiración, sino principalmente la urgencia de también hacer más.

Aquí las imágenes en Español:

Estoy trabajando en más diseños a partir de las imágenes que ya trabajé aquí.

Halilintar. El manifiesto de Elias Rodriguez

Los amigos de Conatus tradujeron del gringlés el manifiesto de Elías Rodríguez, que aquí reblogueo.

20 de mayo de 2025

Halilintar es una palabra que significa algo así como trueno o relámpago. A raíz de un hecho, la gente busca un texto que establezca su significado; he aquí un intento. Las atrocidades cometidas por los israelíes contra Palestina escapan a cualquier descripción y cuantificación. En lugar de leer descripciones, la mayoría de las veces las vemos en vídeo, a veces en directo. Tras unos meses de un incremento acelerado del número de muertos, Israel había obliterado la capacidad para siquiera seguir contando los muertos, lo que ha servido muy bien a su genocidio. Mientras escribo, el Ministerio de Salud de Gaza registra 53 000 muertos por traumatismo, al menos diez mil yacen bajo los escombros, y quién sabe cuántos miles más muertos por enfermedades prevenibles, hambre, con decenas de miles ahora en riesgo de una inminente hambruna debido al bloqueo israelí, todo ello permitido con la complicidad de los gobiernos occidentales y árabes. La oficina de prensa de Gaza en su recuento incluye a los diez mil bajo los escombros con los muertos. En los informes de noticias, esos «diez mil» llevan meses bajo los escombros, a pesar de que continuamente se arrojan más escombros y/a causa de los repetidos bombardeos de escombros una y otra vez y de los bombardeos de tiendas de campaña entre los escombros. Al igual que la cifra de muertos en Yemen, que se había congelado en unos pocos miles durante años bajo los bombardeos saudíes, británicos y estadounidenses, antes de que se revelara tardíamente que se trataba de 500 000 muertos, todas estas cifras son casi con toda seguridad un subregistro criminal. No me cuesta creer las estimaciones que elevan la cifra a 100 000 o más. Desde marzo de este año se han asesinado a más personas que en las operaciones militares, «Margen Protector»1 y «Plomo Fundido»2 juntas ¿Qué más se puede decir a estas alturas sobre la cantidad de seres humanos mutilados, quemados y desgarrados que eran niños? Nosotros, quienes permitimos que esto sucediera, nunca mereceremos el perdón de los palestinos. Ellos nos lo han hecho saber.

Una acción armada no es necesariamente una acción militar. Generalmente, no lo es. Suele ser teatro y espectáculo, una cualidad que comparte con muchas acciones no armadas. Las protestas no violentas de las primeras semanas del genocidio parecían marcar un momento decisivo.3 Nunca antes tantas decenas de miles de personas se habían unido a los palestinos en las calles de Occidente. Nunca antes tantos políticos estadounidenses se habían visto obligados a reconocer que, al menos a nivel retórico, los palestinos también eran seres humanos. Pero hasta ahora la retórica no ha tenido ningún efecto. Los propios israelíes se jactan conmocionados de la carta blanca que les han dado los estadounidenses para exterminar a los palestinos. La opinión pública cambió en contra del estado genocida del apartheid, y el gobierno estadounidense simplemente se ha encogido de hombros. Entonces, prescindirán de la opinión pública, la criminalizarán cuando puedan y la contendrán con insulsas palabras tranquilizadoras en las que aseguren que están haciendo todo lo que pueden para contener a Israel cuando no puedan criminalizar la protesta directamente. Aaron Bushnell4 y otros se sacrificaron con la esperanza de detener la masacre y el Estado trabaja para hacernos sentir que su sacrificio fue en vano, que no hay esperanza en la escalada por Gaza y que no tiene sentido traer la guerra a casa.5 No podemos permitir que lo consigan. Sus sacrificios no fueron en vano.

La impunidad que sienten los representantes de nuestro gobierno al ser cómplices de esta matanza debe revelarse, pues, como una ilusión. La impunidad que vemos es la peor para quienes estamos mucho más cerca de los genocidas. Un cirujano que trató a víctimas del genocidio maya por parte del Estado guatemalteco6 relata el caso de un paciente que había resultado gravemente herido durante una masacre y al que estaba operando cuando, de repente, unos hombres armados entraron en la habitación y lo mataron a tiros mientras estaba en la mesa de operaciones, riéndose mientras lo mataban. El médico dijo que lo peor fue ver a los asesinos, a los que conocía bien, ufanarse abiertamente por las calles locales en los años posteriores.

En otra ocasión, un hombre de consciencia intentó arrojar a Robert McNamara7 al mar desde un ferry con destino a Martha’s Vineyard,8 indignado por la misma impunidad y arrogancia que veía en aquel carnicero de Vietnam, mientras este reía con sus amigos en el salón del ferry. Le molestaba incluso la forma en que McNamara se sentaba, como si dijera: «Mi historia está bien, y puedo relajarme en el bar con mi buen amigo Ralph, y tú vas a tener que aguantarlo.» No logró lanzarlo desde la pasarela; el ex secretario de Estado alcanzó a sujetarse de la barandilla y volvió a ponerse de pie. Pero el agresor justificó su intento diciendo: «Bueno, logré sacarlo afuera, solos él y yo, y de pronto su historia ya no parecía estar tan bien, ¿no?».

Unas palabras sobre la moralidad de la protesta armada. Quienes estamos en contra del genocidio nos complace argumentar que los autores y los instigadores han perdido su humanidad. Comparto este punto de vista y comprendo su valor para calmar la psique que no soporta aceptar las atrocidades de las que es testigo, incluso mediadas a través de la pantalla. Pero hace tiempo que la inhumanidad ha demostrado ser escandalosamente común, mundana, prosaicamente humana. Así, el perpetrador puede ser un padre cariñoso, un hijo filial, un amigo generoso y caritativo, un amable desconocido, capaz de mostrar fortaleza moral a veces cuando le conviene y otras incluso cuando no, y aun así, ser un monstruo de todas formas. La humanidad no exime de responsabilidad. El hecho estaría moralmente justificado si se hubiera llevado a cabo hace 11 años, durante la operación Margen Protector, más o menos cuando yo personalmente me di cuenta de nuestra brutal conducta en Palestina. Pero creo que para la mayoría de los estadounidenses esa acción habría sido incomprensible, habría parecido una locura. Me alegro de que hoy, al menos, haya muchos estadounidenses que la comprendan y, de algún modo curioso, la única cosa sensata que se puede hacer.

Les quiero mamá, papá, hermanita, el resto de mi familia, inclusive tú, O*****

Palestina libre.

—Elias Rodriguez

1 La Operación Margen Protector fue una ofensiva contra la Franja de Gaza lanzada en julio y agosto de 2014, y tras 50 días de bombardeos se decretó un alto al fuego. La operación coincidió con una campaña militar contra Cisjordania llamada «Volved hermanos», que intentaba atacar la infraestructura de las organizaciones armadas palestinas y liberar a tres colonos israelíes prisioneros de los combatientes. (N. de las T.)

2 Esta operación militar sucedió entre diciembre de 2008 y enero de 2009, se trató de una incursión terrestre con bombardeos navales y aéreos con el objetivo de derrocar a la administración gubernamental de Hamás en Gaza, puesto que estaba por cumplir su tercer año de mandato. Para ello, la campaña atacó intensamente infraestructura vital como hospitales, escuelas, pozos de agua y granjas, podríamos pensar que fue el antecedente experimental del actual genocidio en marcha. (N. de las T.)

3 Joe Biden, entre otros políticos, señalaron que atacar la zona urbana del extremo sur de Gaza, Rafah, era una «línea roja» diplomática. Israel atacó esta ciudad el 7 de mayo de 2024. Las universidades estadounidenses fueron tomadas por un movimiento estudiantil masivo que exigía un cese al fuego permanente, la entrada y entrega de ayuda humanitaria, así como el fin de la colaboración interinstitucional con centros de investigación israelíes. Las protestas se expandieron por universidades europeas y latinoamericanas, a pesar de su carácter marcadamente pacífico y humanista, fueron reprimidas con violencia. Actualmente, hay una persecución judicial —arrestos, expulsiones y deportaciones— contra los estudiantes que participaron en dichas movilizaciones en suelo estadounidense. (N. de las T.)

4 Fue un joven militar objetor de conciencia —radicalizado al anarquismo en los meses previos— que se inmoló con fuego frente a la embajada del Estado de Israel en Washington D. C., el 25 de febrero de 2024. En su mensaje final se puede leer: «esto es lo que la clase dirigente ha decidido que será normal».

5 Esta fue una de las principales consignas de las organizaciones radicales —marxistas y anarquistas— durante la guerra de Vietnam, bajo ella se articularon grupos de guerrilla urbana y ataques descentralizados en contra de los intereses del complejo industrial y militar. Ya que esta consigna cristaliza la vieja arenga socialista e internacionalista de convertir las guerras imperiales en situaciones revolucionarias al interior de los países. (N. de las T.)

6 Entre 1981 y 1983 la lucha contra las guerrillas marxistas tomó un brusco giro de violencia cuando los gobiernos militares decidieron pasar a una ofensiva contra la población civil —mayoritariamente rural e indígena—, atacando y arrasando pueblos, relocalizando a la población y asesinando sistemáticamente a los presuntos colaboradores o simpatizantes de la insurgencia. Esta campaña fue estructurada y supervisada por asesores estadounidenses e israelíes. (N. de las T.)

7 R. McNamara fue secretario de Defensa de los Estados Unidos entre 1961 y 1968, durante los gobiernos de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson. Es una figura controvertida por su papel central en la escalada militar de la Guerra de Vietnam, donde impulsó estrategias de guerra total y bombardeo masivo coordinadas por su «equipo de chicos listos», expertos en informática reclutados en las universidades estadounidenses, esta gente intentó leer la guerra a través de la «teoría de juegos» pensando que si maximizaban el ratio de asesinatos el jugador contrario se rendiría, no contaron con que la guerrilla se negó a seguir el juego. Tras dejar el cargo, fue presidente del Banco Mundial entre 1968 y 1981. (N. de las T.)

8 Martha’s Vineyard es una isla situada frente a la costa de Massachusetts, en Estados Unidos. Conocida por ser un destino turístico de alto nivel, ha sido históricamente frecuentada por figuras prominentes del ámbito político, empresarial y cultural estadounidense. (N. de las T.)

Elías Rodríguez… El Feda’i que Reveló las Posiciones de la Resistencia

Khaled Barakat 2

Publicado originalmente en árabe en el periódico Libanes Al-Akhbar, traducido al español a partir de la traducción al inglés de Palestinian Alternative Revolutionary Path Movement.

La operación que llevó acabo el Feda’i1 Elías Rodríguez no fue un evento pasajero o un acto aislado del contexto político y estratégico actual. Más bien, marcó un momento esencial en la clarificación de las posiciones y expuso las contradicciones – especialmente en la arena internacional donde los movimientos de solidaridad con el pueblo Palestino están activos. Ocurre en una de las fases más fieras de la guerra genocida que la entidad sionista desata en contra de la Franja de Gaza desde hace veinte meses, la operación fue una respuesta legítima y natural a esta brutal agresión y un eco de la voz de la resistencia que sigue viva y profundamente enraizada en la conciencia de las gentes libres.

El intelectual revolucionario y mártir Ghassan Kanafani (1936-1972) era la vanguardia teórica de la violencia revolucionaria para confrontar al imperialismo y al sionismo. El vínculo de Kanafani con la lucha armada no era romántico, sino que estaba fuertemente atado a su pensamiento político, su convicción, y la perspectiva cuya coherencia lógica y moral defendió hasta el momento de su martirio. Esta conexión práctica y moral fue una de las principales razones de su asesinato.

Kanafani también libró una lucha sin cuartel en contra de aquellos – palestinos, árabes u otros – que se oponían a las “operaciones externas”. El autor del dictamen “detrás del enemigo en todas partes” afirmaba continuamente, hasta el momento de su asesinato, que no hay ni separación ni contradicción entre las acciones de los fedayines dentro de las fronteras de Palestina y las “operaciones externas,” mientras que la estrategia política sea unificada y el enemigo sea uno solo. ¿Hoy ha cambiado el campo enemigo? ¿Han cambiado sus políticas coloniales, o se han vuelto más salvajes?

La operación heroica de Rodríguez clarifica que el “movimiento de solidaridad” con el pueblo Palestino no es una sola corriente o una visión unificada, sino una mezcla de diversas fuerzas: algunos creen en el camino de la resistencia y la liberación de Palestina desde el río hasta el mar, mientras otros se posicionan en el marco liberal que confina el conflicto al discurso de derechos humanos y la arena diplomática, y que en la práctica claman por eso que llaman la “solución de dos Estados” como el único horizonte viable para el conflicto árabe-sionista. Esta divergencia no es nueva. Refleja las contradicciones políticas e ideológicas que siempre han acompañado a los movimientos internacionales de solidaridad, desde la revolución argelina hasta el apoyo a las luchas de Vietnam, Sudáfrica, Irlanda y otras. De hecho, también revela las contradicciones internas de los palestinos – pero esa es una discusión más larga…

En el centro de esta compleja imagen está la relevancia de la operación de Rodríguez. No fue solo un reto al aparato de seguridad de los Estados Unidos, sino que también se volvió un espejo donde se reflejan la realidad de las posturas: aquellos que en verdad apoyan a la resistencia, y aquellos que se esconden atrás de eslóganes generales para promover una visión entre el nihilismo y la rendición. Muchos hablan de “el derecho del pueblo palestino a resistir,” mientras rechazan cualquier práctica concreta, consciente de este derecho si sale del límite del discurso aceptable en occidente, un discurso que a menudo se traduce en llamados a arreglos y concesiones políticas, la primera entre ellas la promoción de la “solución de dos Estados” y la “paz” que implica el reconocimiento de la legitimidad de la Entidad Sionista y la rendición de Palestina – y de nuestras mentes.

En cambio, hay quienes apoyaron firme y claramente a la resistencia, no solo como concepto teórico, sino como acción práctica basada en los principios de liberación, retorno, y el rechazo de la legitimidad de la ocupación. Estos son la extensión natural del movimiento de liberación de Palestina alrededor del mundo, que ven la lucha palestina como parte de un frente global contra el colonialismo, el racismo y el capitalismo brutal y depredador. Por esto, estamos presenciando el avance de fuerzas radicales obreras, juveniles, estudiantiles, y de la mujer, mientras la tendencia de la “solidaridad condicionada” está en retroceso.

La operación de Rodríguez no solo reveló los límites del discurso liberal, también restauró el valor de la acción directa como una herramienta de movilización y agitación, enfrentando a todos con sus responsabilidades. La amplia respuesta popular a esta operación, sobre todo entre los jóvenes y las comunidades palestinas, árabes y musulmanas, revela que el sentimiento popular sigue alineado con la lucha armada y una posición revolucionaria en Palestina. La batalla librada por el pueblo palestino no está confinada a Cisjordania y Gaza, mas se extiende y expande globalmente dentro del marco del de la lucha revolucionaria contra el imperialismo, el sionismo, y los regímenes fascistas y reaccionarios.

Estas diferencias, a pesar de su agudeza, no deben de volverse una fuente de discordia nihilista; más bien, deben de ser comprendidas como parte de la pluralidad natural dentro de los movimientos globales de liberación. Históricamente, los movimientos de solidaridad con las causas justas han sido testigos de divergencias similares, tanto si era el apoyo a la revolución cubana, las luchas de América latina, o incluso posiciones en torno a la resistencia en Irak o Líbano. Sin embargo, hay una necesidad urgente de prevenir que el enemigo explote esta “pluralidad”, especialmente frente al genocidio. Los sionistas, vía las campañas de propaganda y la presión política legal, buscan demonizar a todos aquellos que apoyen la resistencia, y sembrar duda y desconfianza entre las filas de los activistas solidarios en general.

Nuestro balance es que la mayoría del pueblo palestino – tanto en la tierra natal como en la diáspora – especialmente de cara a las masacres en Gaza, ven el regreso de las acciones de feda’i como una necesidad revolucionaria. Llaman a una participación popular más amplia en apoyo a la resistencia, sea apoyo político, financiero, mediático o cultural, o vía involucrarse directamente. Esta es la plataforma popular y la fuerza del impulso revolucionario necesario para detener la agresión, cambiar la correlación de fuerzas, y alcanzar la liberación. Entre más grandes son los crímenes de la ocupación, más profunda es la convicción de que no hay lugar para la neutralidad y que confrontar al enemigo se ha vuelto un deber, no una elección.

El día de hoy la batalla no está confinada a Gaza o Cisjordania, sino que incluye también a la diáspora. Entonces, la operación de Rodríguez representa un grito frente al sistema norteamericano, y un mensaje de que la resistencia no depende de la geografía, raza o color, sino que es una afiliación, una identidad, y una postura ética y política que no permite ninguna consesión.

En conclusión, las fuerzas de la resistencia y sus aliadas deben de construir en este momento, ampliar los círculos del diálogo revolucionario con los movimientos de liberación a nivel internacional, y proteger sus filas contra la campaña sionista que busca aislar y difamar a la resistencia. La batalla es larga y abierta a todas las posibilidades, pero la claridad de visión y dirección – como la que demostró Rodríguez – es la primera condición para la victoria.

  1. Palabra árabe que quiere decir “sacrificio” o “aquel que se sacrifica”, y que se usa para designar a los combatientes palestinos, más conocida por el plural fedayin.
  2. Miembro de la red de solidaridad con los presos palestinos (Samidou)