Cartel animado convocando a la marcha del 29 de Noviembre

Realicé este video en Friction, con elementos generados en Inkscape y GIMP, del cartel que hice hace unas semanas.

Es la primera vez que uso Friction 2D para un proyecto, y estoy muy favorablemente sorprendido de lo bien que funciona para tipografía kinética. Espero hacer muchos proyectos nuevos con ese programa.

Las letras faltantes son un esfuerzo por evadir la censura digital, no son un glitch de la animación. Varias personas me preguntaron si era un defecto, es complicado tratar de evadir la censura en el momento en que vivimos, cuando las plataformas digitales hacen todo lo que hay en su poder para callar las voces que hablan de Palestina.

Comuna de París – Genocidio en Gaza

Nota Introductoria: Traducción realizada en conjunto por Aradenatorix y Benjamín Argumento. La idea de que «Palestina es el futuro del mundo» y de que el mundo avanza a un sistema de «apartheid mundial con zonas de sacrificio para las poblaciones ‘excedentes'» nos parecen sumamente relevantes, más a la luz del campo de exterminio encontrado en Teuchitlán, Jalisco, que nos hace ver como inmediatas para América Latina las advertencias de los camaradas de Portugal. 

Cuerpos de Palestinos masacrados en Gaza por las fuerzas de ocupación israelí al lado de cuerpos de communards masacrados por Versalles en la represión que siguió a la Comuna.

Publicado por Colectivo Ruptura el 20 de Marzo de 2025

La mañana del 18 de Marzo hace 154 París fue despertada por gritos de “¡VIVA LA COMUNA!”. Las masacres por parte de la burguesía contra el joven proletariado en junio de 1848 habían dejado clara, por lo menos para la endurecida vanguardia que sobrevivió, la necesidad de que este se organizara para tomar el poder y aplastar el aparato estatal burgués. En 1871, el proletariado se erguía de nuevo, y esta vez la necesidad de su dictadura era reconocida y respondida con una fuerza explosiva por parte de sus masas: con la Comuna, el proletariado hizo una crítica armada de las vacilaciones de sus primeros intentos de emancipación.

También fue el 18 de Marzo, pero de este año, que Israel volvió a bombardear Gaza, matando a 400 palestinos en un solo día, con un número de víctimas que aumenta constantemente. Desde el cese al fuego de enero, Israel ha escalado su ofensiva contra Cisjordania y más específicamente contra el campo de refugiados de Yenin, superando incluso las masacres que cometió allí durante la Segunda Intifada, y ha seguido matando e imponiendo el bloqueo humanitario a Gaza. También esta semana, que Yemen, en reacción a la violación del cese al fuego por parte de Israel, volvió a bloquear el Mar Rojo, siendo inmediatamente bombardeado por los Estados Unidos. El exterminio activo sionista parece volver a la región, con el fin de un cese al fuego que se había firmado en condiciones de derrota para las diversas fuerzas que componen el llamado “Eje de la Resistencia”.

El régimen de Assad, sin fuerzas para mantener de su lado la red de milicias y clanes en la que, ya desde 2011-2012, su aparato estatal se había separado y destrozado, cayó, con el país desintegrado y dividido entre facciones islamistas apoyadas por Occidente, la ocupación israelí al sur, y lo que queda de Rojava y las fuerzas pro turcas al norte. Durante la agresión israelí en Líbano, Hezbolá mostró también no ser la misma fuerza, cuantitativa y cualitativamente, que era en 2006, viéndose, al ser forzado a firmar un cese al fuego, incapaz de contestar al plan sionista de separar los frentes de la guerra regional para enfrentarse a ellos uno por uno. Irán, un país que oprime y masacra brutalmente al proletariado, a las mujeres, a los inmigrantes y a las diversas minorías nacionales dentro de sus fronteras, permanece pasivo delante del genocidio, reaccionando apenas puntualmente a los ataques directos.

La “Guerra contra el Terrorismo” y el expansionismo sionista hacen que, en lo inmediato, la “Paz” implique la normalización de las relaciones con Israel y la aceptación de los varios millones de muertos que exige el proyecto sionista: ésta es la “Paz” que buscan los estados árabes alineados con Riad y que les permitirá sacar provecho y obtener la fuerza militar necesaria para reprimir las revueltas en sus países.

La “paciencia estratégica” de Irán y las acciones del “Eje de la Resistencia”, también vinculadas de diversas maneras al paradigma de la “Guerra contra el Terrorismo” (con, por ejemplo, la complicidad de Irán y las milicias iraquíes pro-Eje en la invasión y ocupación estadounidense de Irak1), demostraron no estar a la altura de las tareas planteadas por la resistencia palestina en la Operación “Tormenta de Al-Aqsa”. Sólo Ansarallah en Yemen, al frente de un país con todavía fuertes restos de formas de producción precapitalistas, condenado por el sistema-mundo a un lugar de subdesarrollo y también a ser sacrificado a los planes de los países árabes —en resumen, donde los problemas y los límites de la revolución anticolonial, luego nacional-revolucionaria, siguen estando a la orden del día— pudo entender el objetivo de este levantamiento, que era volver imposible el proyecto israelí de normalización regional y genocidio silencioso, y la escalada total que implicaba apoyarla seriamente.

Es la unidad de los “hambrientos de la tierra” al elegir convertir toda la región en un campo de batalla2 en lugar de dejarse conducir “pacíficamente” hacia el exterminio, y no la política interestatal, la que fue puesta sobre la mesa. Las repetidas incursiones del régimen sionista en Gaza demuestran que, para Israel, la “paz” significa reagrupar sus fuerzas y arrastar a la resistencia palestina a una mayor dependencia del terreno diplomático, donde radican la mayor parte de sus contradicciones y límites3. Ya los proyectos políticos democráticos occidentales, a su vez, se asientan sobre los escombros de Gaza, Yenin o Saná; por lo que la paz entre colonialistas y colonizados es imposible. La lucha contra Israel no puede llevarse hasta sus últimas consecuencias mientras esté dominada por regímenes burgueses —ya sea Irán, el equipo legal de Sudáfrica en la CIJ, o la farsa de la “diplomacia europea”— más dispuestos a proteger su propio pellejo que a ganar. Mientras tanto, en el núcleo imperial occidental, con la militarización en curso de la UE y el uso de deportaciones para reprimir al movimiento antiimperialista, la Guerra contra el Terrorismo se funde cada vez más con la Guerra contra el proletariado inmigrante.

La democracia en que vivimos lleva irreversiblemente el ADN y el repertorio del fascismo, del Holocausto y de múltiples genocidios coloniales: ya hable de armamento o de paz, de policía o de redistribución, hoy apunta hacia una mera gestión de las crisis crónicas del capitalismo mundial, hacia la construcción de un apartheid mundial con zonas de sacrificio para las poblaciones “excedentes” a las necesidades del capital, que cada vez tiene más dificultades para asegurar su acumulación. Palestina es el futuro del mundo. Hace décadas que se “ensayan” con los palestinos nuevas tecnologías de represión, vigilancia y matanza, desde armas infrasónicas y electromagnéticas para el control de multitudes, hasta mecanismos de reconocimiento facial, hoy utilizados por la mayoría de las fuerzas de seguridad y ahora incluso por grupos reaccionarios4. “Forjadas” en las masacres de Gaza y en la vigilancia en los campos de refugiados y en los puestos de control fronterizos de Cisjordania, estas tecnologías se venden como “probadas en combate” a Estados nación de todo el mundo, sirviendo Palestina como un laboratorio de violencia capitalista-imperialista.

Es urgente hoy una política liberada no sólo de los aparatos estatales, horizontes electorales y burguesías imperialistas, como también de los intereses inmediatos y de la “seguridad” de las clases medias y aristocracias obreras del Norte global. La lucha contra el genocidio en Palestina, siendo la imagen del futuro del imperialismo en todo el mundo, levanta horizontes mucho más allá de sí misma. Enarbola, cualquiera que sea la coyuntura hacia la que nos dirigimos y cualesquiera que sean las tareas concretas que nos imponga, la bandera de la lucha internacional para construir el Partido Comunista. El colonialismo de asentamiento en general y el genocidio actual en específico no sólo exterminan más allá de las clases, sino que nivelan la estructura de clases: tanto la masacre como la lucha por la supervivencia inmediata en Palestina hacen, por lo tanto, que la cuestión de la tierra sea la cuestión que enfrenta más inmediatamente al proletariado como una cuestión de vida o muerte para millones de personas en Palestina y el resto del mundo. Esta cuestión, la del vínculo con la tierra entrelazado con la resistencia a la expropiación, la expulsión y el exterminio, aún es relevante. Si bien las respuestas ya no son las mismas que en 1871 o 1917 (reforma agraria, liberación nacional, etc.), los comunistas no pueden ignorarla, a riesgo de permanecer ajenos a las luchas reales de estos millones de explotados y oprimidos. El imperativo de acabar con el imperialismo, no sólo en Gaza, sino en todo el mundo, implica que el programa de lucha sea contra el capitalismo en general: o sea, sin ser el comunismo una fuerza real capaz de intervenir en la lucha contra el imperialismo y por la tierra, el proletariado de las naciones enfrentadas al genocidio sólo puede sobrevivir disolviéndose en fuerzas burguesas, las que se ven obligadas a luchar contra el imperialismo que también las masacra hoy, pero que mañana no tendrán otra opción sino mirarlo como modelo a seguir. La época histórica de las burguesías revolucionarias ya pasó y no volverá.

Más que nunca, “sí a la paz, no a la guerra” es una consigna tan vacía de contenido político como las celebraciones de la Comuna de París por los partidos opuestos a la dictadura del proletariado, como el P “C” P5. El programa convocado por la práctica de la resistencia palestina —la insurgencia contra los ejércitos coloniales, la destrucción de las prisiones y la liberación de los presos, el ataque a las condiciones de reproducción de las metrópolis imperialistas— es uno cuyas implicaciones deben ser articuladas en nuestra perspectiva de la revolución mundial, abordando el accidentado terreno de las guerras anticoloniales nacionales y las fuerzas de clase que éstas pueden desencadenar, y de su integración en la venidera guerra civil del proletariado mundial contra la burguesía que necesariamente acompaña a la revolución comunista.

Una guerra de liberación nacional nunca será una revolución comunista, pero la represión de ambas por el capitalismo e imperialismo está entrelazada. Mientras la Comuna era amenazada tanto por el ejército francés como por el prusiano, los obreros alemanes atacaron su industria bélica con una oleada de huelgas para detener las armas que matarían a sus hermanos comuneros en París, una posición que Engels elogió como uno de los primeros casos de derrotismo revolucionario e internacionalismo proletario. El apoyo dado por los comunistas a las guerras nacionales anticoloniales es siempre contingente, y aquí la línea a seguir deberá surgir de la iniciativa de los proletarios sublevados en los regímenes árabes colaboracionistas, y de los futuros comunistas que se forjarán en esos combates. No hay ninguna duda ni contingencia, entretanto, sobre el deber de los comunistas y de los trabajadores del núcleo imperial de luchar siempre por la derrota de nuestros países, porque no es posible que un pueblo sea libre mientras oprime a otro; o, más concretamente, es imposible que el proletariado sea libre mientras se identifica e integra materialmente en la nación que lo oprime a él y a sus hermanos de clase. Reconocer esto, en la teoría y en la práctica, es la única forma de ayudar a construir el Partido Comunista como fuerza mundial y de llevar hasta las últimas consecuencias la guerra contra la guerra: es la única forma de celebrar 1871.

La clase obrera no esperaba de la Comuna ningún milagro. Los obreros no tienen ninguna utopía lista para implantar par decret du peuple [por decreto del pueblo]. Saben que para conseguir su propia emancipación, y con ella esa forma superior de vida hacia la que tiende irresistiblemente la sociedad actual por su propio desarrollo económico, tendrán que pasar por largas luchas, por toda una serie de procesos históricos, que transformarán las circunstancias y los hombres. Ellos no tienen que realizar ningunos ideales, sino simplemente liberar los elementos de la nueva sociedad que la vieja sociedad burguesa agonizante lleva en su seno.6


  1. Las Fuerzas de Movilización Popular, en general, fueron, con el difunto régimen de Assad, el eslabón más débil del Eje, y estuvieron entre las primeras fuerzas que se negaron a escalar contra Israel.
    https://dasrukamao.substack.com/p/the-iraqi-resistance-at-further-glance
    https://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/iraqi-militias-downscaling-their-anti-israel-actions
    https://apnews.com/article/iraq-us-islamic-state-isis-pmf-withdrawal-coalition-b9194ed8e8ad944b15aaf7e41337912c↩︎
  2. Una afirmación polémica viniendo de Portugal, más aún a la luz de nuestra impotencia actual, pero que se encuentra reflejada tanto en el análisis/estrategia y retórica de Yemen como como en otros posicionamientos provenientes de la región. Vease, por ejemplo: https://robashlar.substack.com/p/gaza-a-human-matchstick↩︎
  3. Como la relación con Turquía, que mantiene todo tipo de relaciones con Israel y es, por supuesto, una pieza clave de la OTAN, y a Qatar, formó parte de la coalición liderada por Arabia Saudí contra Yemen, y también los esfuerzos realizados por China para reconciliar a
    la OLP con Hamas.↩︎
  4. Por ejemplo, los hooligans del club Betar de Estados Unidos, que con otras organizaciones sionistas y de derecha de los Estados Unidos, ayudaron en el doxxeo de varias figuras del movimiento pro Palestina, como Calla Walsh↩︎
  5. Nota del traductor: Partido Comunista de Portugal, con comillas en “Comunista”.↩︎
  6. Nota del Traductor: tomado de https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gcfran/guer.htm↩︎

Tha’er y el Valle de los Bandidos.

 

Con 26 balas y un viejo rifle de la 2da Guerra Mundial, Tha’er mató a 11 e hirió a 9 soldados de las Fuerzas de Ocupación Israelí, en un puesto de control. Tha’er quiere decir «revolucionario» en árabe. Tha’er cerró permanentemente ese puesto de control. Tha’er tenía tan solo 22 años. Y Tha’er no fue detectado hasta dos años y medio después.

En este día (3 de Marzo) de 2002, Tha’er Kayed Hammad llevó a cabo una de las más precisas operaciones de la historia de la resistencia palestina. Escondido entre los árboles de Al-Bireh, llevó a cabo la legendaria operación del Valle de los Bandidos, con un viejo rifle que compró con su propio dinero, se entrenó en ese mismo Valle. Tha’er dice: «junté 1,800 dólares y compré un rifle M1 con 350 balas. Practiqué hasta que podía darle a una mosca.»

Como moscas cayeron los colonos. Después de orar, subió al Valle de los Bandidos con 70 balas, sabiendo que su destino sería o ser mártir o caer preso. Rodeado por olivos, vigilaba el puesto de control en el valle; exactamente a las 6:00, disparó su primer tiro. Un soldado sionista recibió un tiro entre los ojos. Segundos después, su segundo disparo atinó a otro soldado en el corazón, un tercero cayó momentos después.

Más soldados salieron a investigar. Bang. Bang. En un minuto, cinco balas fueron disparadas, cinco soldados yacían muertos. Un soldado, gritando, asomó su cabeza por una ventana, sólo para obtener una bala en el cerebro. Seis muertos. Tiempo después, dos colonos llegaron al puesto de control. Ocho muertos. Ocho balas.

Tha’er era un maestro de la precisión. Evitaba dispararle a los palestinos. Cuando una mujer sionista y suis hijos lleguaron al valle, él dijo: «No soy como ellos; no mato niños,» diciendole a la mujer en hebreo, «No soy un asesino. Vete con tus niños.»

Había transcurrido una hora y media. Tha’er disparó 26 balas, y los cuerpos de los sionistas yacían alrededor del puesto de control. Su arma estalló, y se vio obligado a abandonarla. A pesar de que deseaba «continuar en la montaña, peleando con piedras», decidió que era mejor retirarse. Con calma, Tha’er fue a casa, a Silwad, tomó una ducha, y durmió.

Nuestro héroe dice, «No esperaba sobrevivir, pero lo que me confortaba era que había superado la falsa y exagerada idea acerca del ejército ‘israelí’ siendo tan fuerte y bien entrenado que no podía pegarle, deja tú matarlo y derrotarlo. Me dí cuenta que era un ejército banal que podía ser muerto, derrotado y vencido, y lo vi con mis propios ojos, y escuché cómo los soldados lloraban, gritaban y suplicaban detrás de las paredes del edificio y los montículos de tierra mientras se guarecían del fuego de mi viejo rifle. Me dí cuenta que era un ejército de mercenarios cuyos soldados no enfrentaban a la muerte con valor y no se mantenían firmes en la batalla, lo que me ayudó a mantenerme firme entre las ramas de los olivos durante toda la operación… suerte para ellos [que mi rifle se haya descompuesto].»

La inteligencia sionista asumió que el tirador era un francotirador con experiencia, un hombre mayor con años de entrenamiento. No sospechaban que a sus 22 años Tha’er fue quien mojó con sangre el puesto de control. 30 meses pasaron antes que las FOI descubrtieran que las huellas digitales pertenecían a Tha’er, y le arrestaron. Ni siquiera su familia sabía que él había sido responsable de tamaño heroísmo.

En el momento de su arresto, un oficial sionista impresionado hasta le dio un saludo militar. Tha’er fue sentenciado a once cadenas perpetuas después de 30 juicios. Continúa escribiendo libros y estudiando en las prisiones sionistas.

Cuando fue arrestado, Tha’er dijo: «El combatiente revolucionario sigue libre aún si es arrestado, ya que la libertad es la libertad de la mente, del pensamiento y del espíritu, aún si el cuerpo está restringido. Mi cuerpo fue arrestado dos años y medio después de la fecha de la operación, pero aunque estoy en prisión, sigo siendo libre.»

¡Gloria al rifle de la resistencia!

¡Gloria al revolucionario Tha’er!

¡Libertad a nuestros presos revolucionarios!

Fuente: Resistance News Network, recuperado de Abolition Media.

Traducción: Benjamín Argumento.

Lo impensable de la revuelta de esclavos

Aquellos que dicen que Israel sabía de los planes de Octubre 7 desde el principio están reempaquetando un viejo tropo colonial que afirma que los nativos son demasiado dóciles, demasiado sumisos, demasiado cobardes, y demasiado inferiores para revelarse contra sus opresores.

Por Zubayr AlikhanPublicado en Mondoweiss el 8 de Febrero, 2024

El 7 de octubre de 2023, los palestinos lanzaron la operación decolonial más grande en la historia de Palestina. Serrucharon sus grilletes, destruyeron su celda, atravesaron la pared de hierro. Los palestinos tomaron los cielos. Cegaron las cámaras, cortaron las comunicaciones, y penetraron en los asentamientos. Paralizaron una potencia nuclear colonial y pusieron al imperio de rodillas. Cortaron el cordón umbilical de impenetrabilidad, seguridad y dominio sacrosanto, vital para todo proyecto colonial.

Inmediatamente, los escribas y políticos del imperio, los administradores coloniales, conservadores y liberales — sobre todo liberales — pusieron manos a la obra. Su tarea tenía dos direcciones: asegurarse que el mundo viera a los nativos como hordas salvajes, bárbaros, animales, la quintaesencia del mal — aquí, los liberales rápidamente olvidaron la corrección política y se apresuraron a condenar — y, simultáneamente, re-establecer el domino.

El primer objetivo tomó por asalto al mundo, pero para cualquiera con la mente clara siempre fue una falacia y ahora ha sido incansable y completamente desacreditado. El segundo, por otra parte, permeó en el cerebro de muchos, aún aquellos potencialmente bien intencionados, sin saberlo. Este re-establecimiento del imperio se ha manifestado de varias maneras: los palestinos no podían haber roto el cerco ellos solos, no podían haber penetrado el domo de hierro, los sistemas de seguridad de Israel son demasiado avanzados para haber sido sobrepasados o desarmados — Israel “les dejó hacerlo”.

Sin perder un instante, una operación sin precedentes que rompió con la noción de invencibilidad imperial fue reinterpretada como una herramienta imperial. Era parte de un plan maestro imperial para atrincherar y expandir aún más el dominio — los nativos eran peones inconscientes a disposición de un poder colonial omnisciente e intelectualmente superior. De esta corriente de pensamiento — y hacia ella — emanan otras verdades, medias verdades, y mentiras que ponen en evidencia y solidifican su control. Israel de hecho apoya y creó a Hamas, dicen algunos. Netanyahu planeó esto para ganar las próximas elecciones, afirman otros. Y, mi favorito, — particularmente porque ha sido engordado por los estenógrafos del New York TimesIsrael supo todo desde el principio.

Seguramente el próximo descubrimiento será que Israel sabía de la Operación Inundación de Al-Aqsa antes que los propios palestinos, que ellos lo elucubraron, y lo plantaron en las mentes de los palestinos. Apuntalando todo esto — y constituyendo su razón de ser — está lo impensable de la revuelta de esclavos (o nativos).

Lo impensable de la revuelta de esclavos es un concepto introducido por Michel-Rolph Trouillot para explicar las respuestas Imperiales de Occidente, los silencios, y el silenciamiento de la Revolución Haitiana. Mientras Trouillot lo usa en relación con el imperialismo del siglo XVIII, esta impensabilidad aplica perfectamente al presente — el imperio, sus ideologías, su colonialismo, sus genocidios y sus colonias, no son el pasado a ser estudiado, sino una realidad material y violenta que se experimenta hoy en día.

La reacción más común en Francia, Inglaterra, España y los Estados Unidos ante el estallamiento de la Revolución Haitiana fue el descreimiento. La noticia era falsa. Los hechos —al igual que hoy los hechos en torno a la Inundación de Al Aqsa — eran demasiado improbables. De cualquier modo, los hechos tenían que ser falsos, porque los negros, como los palestinos, eran bestias sin conciencia, salvajes, latigueados hasta la docilidad, flojos, desorganizados, e inferiores — eran categóricamente incapaces de pensar una operación así, más aún de organizarla ellos mismos o de llevarla a cabo.

Aún si de alguna forma habían conjurado espíritus y logrado estos milagros, la superioridad intelectual, militar, económica y racial de los blancos aseguraban que serían rápidamente sofocados, encadenados y devueltos al trabajo una vez más. El problema, sin embargo, era precisamente que Occidente estaba reaccionando — a posteriori — e inventando explicaciones mientras los negros y los palestinos hacían lo impensable, activamente neutralizaban a las fuerzas coloniales, y reclamaban su tierra.

Lentamente y a regañadientes, la realidad de los hechos caló. Noticias sobre las inmisericordes hordas negras masacrando a los blancos llegaron a Europa, y los sionistas proclamaron de nuevo los “Horrores de Santo Domingo”. Las noticias que habían racionalizado de varias formas — los hechos categóricos eran, son, impensables. De ahí, la revolución era un “repercusión desafortunada de los malos cálculos de los dueños de plantaciones”, la Inundación de Al Aqsa era el resultado de “una cascada de tropiezos que llevaba años” por parte de Israel. “No buscaba un cambio revolucionario,” no buscaba la decolonización, “no era apoyada por la mayoría de la población esclava”, era Hamas actuando sola y los palestinos no lo apoyaban, “era obra de agitadores”, Irán lo había instigado, “era la… consecuencia de varias conspiraciones confabuladas por no-esclavos”, había “fugas en la inteligencia israelí”. Con los negros y los palestinos intelectualmente nulos, “cada grupo escoge a su enemigo favorito como el más probable conspirador [y] se acusan uno a otro de ser el cerebro detrás de la revuelta.” En Haití eran los británicos, los monárquicos, los mulatos; en Palestina la mente maestra era Irán y, detrás de ellos, Rusia y China.

Aquí, algunos correrán a lanzar insultos o acusarme de ingenuidad por despreciar el deslumbrante hecho del conocimiento previo del sionismo (como si yo fuese el imperio). Debo de clarificar. Nada de lo que he dicho es para insinuar que el régimen sionista no sabía — aunque mi instinto aún duda en creerlo — sino decir que la operación era impensable para ellos, que su saber/no saber es irrelevante, y que la forma en que se desarrollaron los hechos y su consecuencia está fuera de sus omnipotentes manos, y caen en las manos de los palestinos, los dueños de la tierra y de la resistencia.

Es interesante que, entre todo el trabajo de taquigrafía imperial presentado en la investigación del Times sobre la Inundación de Al Aqsa, hay una línea que ha sido la más ignorada y descontada en el esfuerzo de bombardear los sucesos inesperados del 7 de octubre de vuelta al dominio del imperio, bajo sitio o, mejor aún, fuera de la memoria.

Luego entonces, esta línea, puede ser retomada por tener una potencial verdad: > “[Israel mantuvo la] idea fatalmente equivocada de que Hamas no tenía la capacidad de atacar y que no se atrevería a hacerlo… [una] idea tan arraigada en el gobierno israelí… que descartaron la evidencia que señalaba lo contrario.”

Nótese la percepción de la incapacidad palestina —y la docilidad consecuencia del miedo — así como el reconocimiento que la operación era tan visceralmente impensable que los sionistas, así como los europeos de 1792, descreían a sus propios ojos. Así es la arrogancia del imperio, y ahí se encuentra su destrucción.

El imperialismo descansa en esa idea, en la centralidad y la supremacía de si mismo sobre aquellos que esperan la conquista y la civilización. La primacía del imperio se basa en la subalternidad del Otro. La superioridad imperial se basa en la inferioridad de los nativos. Aún así, paradójicamente, esta subalternidad e inferioridad es indispensable para la primacía y superioridad del imperio y lo europeo. Eventos como la Revolución Haitiana, el Atentado del Milk-Bar1, y la Inundación de Al Aqsa, invierten, revierten o destrozan completamente estas jerarquías.

Por esto, para el nativo, esta violencia es una “fuerza desintoxicadora,” “Libra al colonizado de su complejo de inferioridad, de sus actitudes contemplativas o desesperadas. Lo hace intrépido, lo rehabilita ante sus propios ojos.”2 En consecuencia, si el nativo es librado de su complejo de inferioridad, ya no es inferior; si ya no es inferior, el colonizador ya no es superior; si el colonizador ya no es superior, la idea del imperio se ve comprometida, los ídolos colapsan, y el imperialismo cae.

Así, Fanon escribe “es precisamente en el momento en que [el nativo] se da cuenta de su propia humanidad cuando empieza a afilar las armas que le darán la victoria.” La función de las teorías que racionalizan dilucidando lo impensable se hace aparente — is la preservación del dominio, de la jerarquía, del futurismo colonial, del ser imperial.

La amenaza planteada por cualquier acto de resistencia de los nativos en cualquier parte del mundo colonizado no es sólo una amenaza material a su objetivo inmediato o el señorío local sino un azote a la existencia del imperio y el imperialismo como un todo. En las siempre pertinentes palabras de Ghassan Kanafi 3, “el imperialismo ha posado su cuerpo sobre el mundo, la cabeza en el Este Asiático, el corazón en el Medio Oriente, sus arterias alcanzando África y América Latina. Donde sea que golpees, le dañas, y ayudas a la Revolución Mundial.”

Debo concluir con una explicación. Tuve la idea de este artículo desde el 7 de octubre. He pensado en escribir esto desde ese día pero me encontré impedido a hacerlo por la devastación del genocidio. ¿Cómo puedo escribir de algo que no sea el genocidio? En efecto, mientras leías este artículo un niño palestino — el alma de la vida de alguien — fue asesinado en Gaza. Cada 7 minutos. Mientras los días se hacían meses, pensar, hablar, o escribir acerca de algo más se sentía cada vez más inapropiado, incluso inmoral. Tras debatirme sin fin, recordé el patrón de la historia colonial — tras un acto de resistencia de los nativos viene la brutalidad más feroz y desenfrenada del colonizador. Está pensada para enseñar una lección, para hacer que el nativo olvide sus triunfos — cuan pequeños sean — para sumergirlo en fuego y ahogarlo en sangre hasta que es consumido. No podemos dejar que este borrado de su conquista pase sin ser confrontado.

Mientras miramos a las agencias de noticias, los políticos, los ideólogos, y los espectadores hacer explicaciones para descartar lo que no tiene precedentes, quitándoles a los palestinos su agencia — y su humanidad — debemos reconocer que están en juego los engranes de la maquinaria imperial, desinfectando, civilizando y trivializando. Mientras caen las bombas en Gaza, buscando destruir en los palestinos la memoria de su victoria, enterrando el vislumbramiento de su liberación en los escombros y borrando en la memoria del mundo su presencia, no podemos olvidar. El 7 de octubre, palestina derribó el orden mundial imperial y hoy, o mañana, en diez años o en cien, será libre.


  1. Se trata de un atentado durante la lucha por la independencia de Argelia, donde las guerrilleras del Frente Nacional de Liberación introdujeron bombas a los cafés de la barrio francés de Argelia. El evento está representado en la película de Gilo Pontecorvo La Batalla de Argel. Nota del traductor.↩︎
  2. Franz Fanon, Los Condenados de la Tierra, traducción de Julieta Campos. Nota del traductor.↩︎
  3. Autor palestino, militante del Frente Popular de Liberación de Palestina, asesinado por el Mossad en Beirut en 1972. Nota del traductor.↩︎

Here’s a story about Palestine

Imagine that your evil stepfather that beat you (the Ottoman Empire) was killed by a knight in shinning armor (UK), and then that guy decided that you were too young to take care of your household, so he took over until you grew up. But in the mean time, he decided that some cousin that didn’t live there was entitled to half the house. The knight in shinning armor then partitioned the house in two, giving you about half of it, and gave your cousin a shotgun.

Then, the moment the knight left, your cousin started shooting at you, killing some of your brothers and sisters, while the rest fled and hid in some rooms, or at the neighbors’. After that, your cousin decided that all the rooms you left while fleeing from his violence were his, and started bringing over more and more of his family to occupy them.

Then one day the neighbors, that had it up to here with the violence and with the refugees that couldn’t go back home, tried to do something about it.

The neighborhood gathered up, they got some weapons and went to deal with this cousin of yours.

But, unknowingly to them, your cousin had another, different, knight in shinning armor (USA) send him machine guns, and planes, and tanks, so the moment the neighbors arrived they got their asses handed to them. On the onslaught your cousin’s family got control of all the rooms you and some of your brothers still inhabited, and from that day on they policed those rooms, beating you and your sisters.

Then, many years later, out of international pressure, the second knight in shinning armor organized some talks, and decided that yes, you and your brothers and sisters were entitled to some sort of autonomy in the rooms you still occupied, and if you agreed that the parts of the house your cousin controls are now his, they would make the beating and policing stop.

Against your better judgement you agreed, because the situation was THAT bad.

So, after you agreed, you and your sisters and brothers ended up with unconnected parts of the house. Some rooms here, some rooms there. And, as the days went by, your cousin’s family made it harder and harder on you. They blocked doors and windows, constantly broke stuff and still kept on hurting you and your family.

Many times in the past you tried to stop your cousin, through violent and peaceful means. You tried talking him out of his bad behavior, you tried kidnapping people to make him stop. You tried the first and second intifadas, and all you got were bullets and more bricks blocking your rooms.

So, one day, some of your younger brothers decided that they wouldn’t take it any more, that they would do anything to stop your cousin no matter what. And they meant it.

And the problem here is that those guys have only known violence under your cousin hands. They haven’t known anything else, they suffer from heavy trauma and they are desperate. And your cousin lures them on, and allows weapons and money to reach them, and murders all of your brothers and sisters that had more moderate or sensical ideas.

Then your younger brothers go and do something terrible, something hideous, to some of your cousins family. You could make the case that they didn’t do anything different from what your cousin did to them, but it was hideous none the less.

So the whole world was shocked.

And then, your cousin and his family, started murdering your brothers and sisters, butchering you, maiming you, dropping parts of the house on you so you’ll die trapped in the rubble. The atrocities went on and on, not even hospitals or places of pray were respected, anywhere and everywhere your cousin carried out unspeakable horrors.

Seeing this, the second knight in shinning armor decided that it was enough. That he stood with your cousin no matter what, that he wouldn’t stay idle! And then sent a carrier strike group to threaten your neighbors, that watched horrified as the massacre carried on, and on, and on, and on, and today is October the 22, 2023.

Dos chicas trazadas en Inkscape

Dos ilustraciones que boceté a mano y posteriormente tracé en vectores con Inkscape. Curiosamente ambas dicen «fuck».

La fuente que usé en ambos casos es komikandy. Pueden descargar los vectores libres de derechos de OpenClipArt, aquí y aquí.

Una chica afrolatina con una camiseta de CRASS y la leyenda «Fuck Putin! But fuck NATO and the Ukrainian fascists too».
Una chica afrolatina con una camiseta de CRASS y la leyenda «Fuck Putin! But fuck NATO and the Ukrainian fascists too».

 

Una chica diciendo "fuck this shit"
Una chica diciendo «fuck this shit»

 

Primer cartel para el Despiporre Intelectual

Despiporre Intelectual
Primer cartel para el círculo de estudios Despiporre Intelectual

 

Creo que no había compartido por acá el primer cartel para el Despiporre Intelectual, un espacio de lectura de textos que hemos mantenido de manera interrumpida desde 2019, y en el que hemos leído a Gilles Dauvé, Maximillien Rubel, Georg Lukacs y Cedric Robinson. El espacio fue definido como de lectura de textos subversivos, y tenemos pendiente entrar a leer autores anarquistas, y abordar de manera crítica el debate Marx-libertarios.

 

Aunque en promedio hemos sido 4 personas las que nos reunimos a leer, han pasado varias personas por el espacio, y hemos compartido y contrastado ideas. Le estoy muy agradecido a todxs lxs que se han dado tiempo para compartir ideas en ese espacio.

 

El cartel lo hice en GIMP o en Inkscape, ya no recuerdo ni tampoco que fuentes usé. La bomba en la portada del libro es esta bomba que hice en Inkscape en 2015.

Arroja la bomba
Dibujo a partir de una canción anarquista de la Guerra Civil Española.